En la edición anterior decíamos que el mercado de telecomunicaciones este año según nuestras estimaciones podría estar creciendo un 9%, apalancado junto con telefonía celular por los accesos de banda ancha.
Luego del duelo entre el gobierno y el Grupo Clarín por el tema de Fibertel es importante evaluar cómo evolucionó el mercado y cómo afectaría su cierre.
El mercado de accesos de banda ancha fijos en Argentina ha sido la gran vedette en los últimos cinco años, pasando de 500 mil conexiones en 2004 a 3,6 millones a fines de 2009, mostrando un crecimiento de más de 620% y un promedio de 124% anual. Este número muestra a las claras la difusión que tuvo dentro de nuestro país esta tecnología.
Este mercado tuvo su despegue gracias a que de alguna manera desde antes empezaron a competir varios actores por obtener ciertas plazas, primero fue AMBA y luego las ciudades más importantes del interior. Esta guerra de precios y promociones aceleró la adopción y de alguna manera benefició a los clientes por la mayor disponibilidad de ancho de banda y un menor precio.
Si bien los tres grandes actores que dominan la escena competían, la realidad es que sólo compiten en forma muy fuerte dos en cada zona de las compañías de telecomunicaciones, ya que Telecom no brinda dicho servicio en las zonas de Telefónica y Telefónica tampoco en las áreas de Telecom. Con lo que el único actor con fuerza para competir con Telefónica y Telecom es Fibertel.
El mercado en los primeros 6 meses de este año muestra un crecimiento menor que en otros años. Se estima que el mercado de accesos a internet fijos llegó en junio de este año a 3,94 millones, de los cuales Telefónica tiene casi el 36%, Telecom el 33% y Clarín el 26%, el resto está en manos de cooperativas y empresas que no tienen una gran gravitación en el mercado a la luz del 95% que se llevan las antes nombradas.
Si desapareciera Fibertel, el mercado quedaría concentrado en dos compañías bajo lo que se denomina un monopolio natural ya que las dos empresas que estarían en condiciones de absorber la demanda de clientes sin compañía (1,010 millones) por una cuestión de escala se quedarían con una porción del mercado sin sufrir ningún tipo de competencia y fijando el precio y servicios según su parecer. Y en esto hay que ser bien claros, ya que es difícil para cualquier jugador ingresar a un mercado con las barreras de ingreso que implican competir con compañías que tienen más de 1,3 millones de clientes actuales cada una y que pueden fijar precios ya que parte de la inversión necesaria está realizada.
Alguien podría decir que en realidad en estas zonas compiten con la banda ancha móvil de Claro, Personal o Movistar, a la luz de que dos pertenecen a grupos que brindan banda ancha fija, sólo quedaría como competidor Claro.
El mercado en el caso de desaparecer Fibertel perdería competencia, el nivel de inversión en la mejora de las redes existentes se haría fijado por la buena voluntad de los dos grandes grupos de telecomunicaciones ya que no tendrían competidores que los presionen y los precios se fijarían como en cualquier monopolio. Finalmente el más perjudicado en este punto será el cliente que deberá cambiar de compañía, aceptar las condiciones de quien domina el mercado y la calidad de servicio que le impongan.
Algunas preguntas para reflexionar sobre este tema que nos parecen interesantes plantearse:
• Si desde 2003 están operando captando clientes “sin la licencia correspondiente” según el gobierno, porqué no lo hicieron saber antes.
• La ley de defensa de la competencia no debería garantizar que haya suficientes actores en un mercado para que se genere competencia.
• El país necesita nuevas inversiones tecnológicas para poder crecer como otros países de la región. Estas medidas que hacen al menos confusa la seguridad jurídica no influyen negativamente en el no arribo de nuevas inversiones a nuestro país.
• Los usuarios no tienen derecho a elegir a más de una empresa proveedora del servicio de Internet en su zona.
• No hay necesidades más importantes que dar Internet gratis a través de Wi-Fi en todo el país, que finalmente será pagada por personas que no utilizan Internet como pasa con el futbol hoy. Se pensó seriamente la inversión necesaria y las dificultades para hacer esto en 120 días. Qué pasa con Telefónica y Telecom si todos acceden gratis a Internet.
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