La cuestión es simple: contarle al público el rol de las compañías en los esfuerzos de vigilancia de los Estados Unidos o arriesgarse a un impacto negativo en sus resultados. Así el autor, Brian Chen (NY Times) explica cómo grupos accionistas presionan a las grandes empresas de telecomunicaciones a revelar la información respecto de su participación en los proceso de vigilancia del gobierno.
La intención de los grupos financieros es clara ya que la pérdida de confianza por parte de los clientes de las empresas involucradas se verá afectada al no conocer dicho rol: “…si un consumidor está preocupado porque su privacidad podría verse comprometida, entonces deberían cambiarse a otra compañía…” dice Thomas P. Napoli (Supervisor del Fondo Común de Retiro del estado de Nueva York – u$s 160,7 billones).
AT&T y Verizon se han mantenido en silencio respecto del tipo de información que comparten sobre sus clientes. Por otro lado, gigantes del internet como Yahoo o Google, han publicado “reportes de transparencia” detallando la información compartida con las agencias del gobierno. Asimismo, Microsoft y Apple han declarado su deseo de revelar más información sobre pedidos del gobierno.
Bob Verttoni, vocero de Verizon, dice: “…recibimos la propuesta del grupo Trillium y en este momento la estamos evaluando…” (refiriéndose al pedido del grupo financiero para revelar más información). Por otro lado, Mark Siegel, vocero de AT&T, explica: “…evaluamos con cuidado las propuestas de los accionistas pero en esta etapa del proceso no esperamos realizar comentarios sobre ellas…”
Otros analistas y ejecutivos de empresas tecnológicas también se preocupan de que al revelar el “espionaje” sus ganancias se verán afectadas. Muchos predican que las acciones del gobierno afectaran especialmente compañías que ofrecen mayormente servicios en la “nube”, que han sido un blanco particular para los esfuerzos de espionaje.
Será muy difícil, explica el autor, convencer a AT&T y Verizon (las dos empresas más grandes de telecomunicaciones de EE.UU) de que perderán clientes a causa de la falta de confianza; en general muy pocos lo hacen: muchos clientes se encuentran suscriptos a planes familiares o cuentas corporativas por lo que el cambio de empresa resulta dificultoso. Asimismo Thomas Napoli menciona: “…creo con certeza que hay mayor sensibilidad que podría re-dirigir y modificar el comportamiento de los clientes…”.